«Storie Alfa Romeo», primer episodio: a bordo del 24 HP, desde los orígenes a las primeras victorias internacionales (1906-1925)
Historias y personajes de principios del siglo XX que giran en torno al primer vehículo: un elegante torpedo que van a cien por hora.
El francés llegado de Nápoles
Oficialmente, nuestra historia comenzó el 24 de junio de 1910 con la fundación de A.L.F.A (Anonima Lombarda Fabbrica Automobili), pero nos remontaremos unos años atrás, hasta un personaje singular: un francés con un gran bigote y una visión excepcional para los negocios.
Pierre Alexandre Darracq comenzó su carrera dirigiendo una fábrica de bicicletas en Burdeos, pero pronto se enamoró de los coches. Sus automóviles tenían gran éxito en Francia.
Luego decidió exportarlos, abriendo sucursales en Londres y posteriormente en Italia. Comenzó su actividad en Nápoles, en abril de 1906, pero Nápoles estaba muy lejos de Francia y las conexiones eran complejas y muy caras. Fue entonces cuando trasladó su producción a Milán, al número 95 del distrito de Portello.
Pero a las dificultades logísticas también debían añadirse los problemas de mercado. Las ventas de coches en Italia no llegaban a despegar: solo había unos pocos miles de vehículos en las carreteras y el bajo poder adquisitivo no ayudaba. Para empeorar las cosas, en comparación con Francia, los posibles clientes en Italia tenían expectativas diferentes: los coches Darracq eran pequeños, ligeros y económicos, carecían de potencia para los gustos italianos. A finales de 1909, Darracq liquidó su empresa.